Diccionario de Política Internacional

Hernández-Vela S., Edmundo; Diccionario de Política Internacional, Editorial Porrúa, México, sexta edición, 2002, dos Vols., 1296 pp.

Obra dirigida en primera instancia a los estudiantes, profesores e investigadores de las instituciones de enseñanza media, media superior y superior, así como a los internacionalistas y profesionistas de campos afines que se desempeñan en algún ámbito de la política exterior, la política mundial o las relaciones internacionales en general, a quienes pretende aportar, además de una propuesta de definición de cada concepto, un sucinto pero cuidadoso análisis sobre su significado, evolución, desarrollo e implicaciones, basado en la información y los datos esenciales más recientes, contenidos en gran medida en los documentos fundamentales, que no suelen ser fácilmente asequibles, así como en una amplia pero muy selecta bibliohemerografía especializada.
Sin embargo, es indudable que también es de enorme utilidad para todos los estudiosos de la vida nacional e internacional y seguramente para todas aquellas personas que se interesan por comprender mejor los hechos, fenómenos, acontecimientos, procesos e instituciones de mayor significación y trascendencia política del mundo de hoy, y sus tendencias, así como a sus principales protagonistas.
Esta sexta edición comprende un total de 756 términos y se integra con los cerca de 500 incluidos en la edición anterior, cuyo contenido se ha corregido, actualizado, ampliado y mejorado cuidadosamente, y se han incorporado más de 250 nuevos vocablos, concernientes a los temas o asuntos de mayor actualidad, interés y relevancia tanto nacional como internacional para las Relaciones Internacionales contemporáneas, recurriendo a sus fuentes originales y efectuando personalmente las traducciones indispensables. Asimismo, se ha seguido poniendo especial empeño por elaborar una mejor, más objetiva, imparcial y completa definición de cada concepto, así como registrar fielmente y evaluar las definiciones de algunos términos ya establecidas por instituciones de reconocido prestigio y autoridad en la
La intensificación, el dinamismo y la complejidad crecientes de la vida internacional han determinado el rápido desarrollo de la disciplina de las Relaciones Internacionales y la consecuente necesaria formación de Internacionalistas, profesionistas que deben estar sólida y consistentemente preparados y capacitados para discernir, investigar, analizar y evaluar en su conjunto los diversos aspectos políticos, económicos, jurídicos, sociales, militares, estratégicos, culturales, científicos, técnicos, etcétera, que la componen, y contribuir con su talento, ánimo emprendedor y eficiencia a la formulación y ejecución de la Política exterior de México y sus Relaciones internacionales.
En los inicios de la evolución de este fértil campo era común emplear ciertos términos con sus correspondientes significados e interpretaciones, propios de las disciplinas que se han ocupado de la sociedad internacional en cada una de sus numerosas facetas; de ahí que por lo general el lenguaje predominante haya sido el de la ciencia que ha ejercido mayor influencia en cada momento: la Historia, el Derecho, la Sociología, la Economía, principalmente y en esa secuencia, aunque todas ellas siempre hayan coexistido.
En la actualidad, la creciente imperiosa necesidad de comprender cabalmente la cada vez más intrincada y trascendente realidad de nuestro tiempo, prever y tratar de encauzar favorablemente el curso de los acontecimientos, y responder conveniente y exitosamente a las considerables oportunidades y los graves desafíos que ésta implica, ha evidenciado la significativa importancia y el enorme valor de las Relaciones Internacionales, que conforme han consolidado su carácter multi e interdisciplinario, han construido y desarrollado su propio lenguaje científico y profesional. Asimismo, en el entorno ominosamente asimétrico, desigual e injusto en el que se desenvuelven e interactúan los sujetos de la sociedad internacional, primordialmente en función de su poder, es irrefutable que la Política ha constituido el factor articulante e integrador de todas sus posibles percepciones y enfoques.
Por otra parte, también es alarmante la creciente profusión de vocablos, siglas y expresiones extranjeros, que son mal, indebida e impropiamente utilizados, con profundo desconocimiento de su verdadero significado y aplicación correcta, y que destacan hasta por su incongruencia, poniendo en entredicho, con no poca frecuencia, el tenor nacionalista e independentista o antiimperialista de la retórica que suelen integrar.
Esta situación hace imprescindible e inexcusable el empleo de la terminología idónea y más apropiada, que debe ser sencilla, clara y precisa, y responder a la perspectiva global e integral de las relaciones internacionales y no a los diversos aspectos parciales y aislados de cada uno de los diferentes elementos que invariablemente se encuentran presentes mezclados y entrelazados.
En nuestro caso, es aún más importante que este lenguaje corresponda a la Escuela mexicana de pensamiento político internacional, que paciente pero decididamente hemos venido construyendo desde hace ya casi cuatro decenios, e implique la percepción de la sociedad internacional con una visión más realista y objetiva, ubicando a nuestro país en su más justa dimensión, especialmente en función de sus legítimos intereses y convicciones internos y externos.
Esto, de ninguna manera implica desconocer o desdeñar los esquemas, concepciones e interpretaciones extranjeros; por el contrario, requiere de su más cabal comprensión y análisis, pero para considerarlos y situarlos en el lugar que les corresponde, sin caer en la cómoda pero muy riesgosa y desafortunada costumbre de asimilarlos como propios o de emularlos, ya que, sobre todo cuando provienen de los países más desarrollados, es muy poco o nada probable que correspondan a nuestra situación y circunstancia y coincidan con nuestros intereses y objetivos.
Por tales razones, con cada sucesiva edición de esta obra pretendemos contribuir a la consolidación de los cimientos y el avance en la construcción y el desarrollo de una terminología que tiene por objeto esencial interpretar, comprender y explicar de manera congruente y con la mayor objetividad posible, en cualquier perspectiva, la realidad internacional de nuestro tiempo.