Sobre el Proyecto

Este proyecto es la continuación del PAPIIT IN3064011 Modernidades alternativas y nuevo sentido común: anclajes prefigurarivos de una modernidad no capitalista, dentro del cuál se generó una constelación de posibilidades para seguir explorando los derroteros de una forma social no capitalista, en un contexto de crisis civilizatoria que en estos años no ha hecho sino profundizarse y evidenciarse Bajo la perspectiva de trabajo desarrollada se fueron descubriendo entramados organizativos de distinto tipo y de distinta escala, que demuestran la existencia de un amplio abanico de apuestas por la vida, con distintos proyectos y quehaceres, pero articulados en torno a la superación de las contradicciones de la vida en el capitalismo.

La dimensión de lo social que nos interesa explorar más a profundidad es la de “lo político”, entendido como el campo de tendencias creativas que emergen del cuerpo social, de la permanencia y persistencia del mundo concreto de la vida, con su axis corporal y su ethos,
y que dentro de la configuración capitalista de la modernidad, irrumpe en ella demandando para si los espacios de autodeterminación y autogestión necesarios justamente para afirmar y reproducir la socialidad concreta del mundo de la vida. Así, seguir pensando en torno a 1) la historicidad de las formas sociales alternativas, no sólo como procesos reactivos sino como
un largo camino de acumulación de fuerzas, en el contexto de disputa por definir el telos de
la vida social; 2) el papel central de la producción de lo común, en las posibilidades de un modernidad (desde las herencias pasadas o a través de apropiaciones y re funcionalizaciones de distintas genealogías sociales). Entendido lo común no como una sustancia intemporal, sino como un compromiso colectivo que ocurre de variadas maneras en la acción colectiva; 3) la importancia de la cultura material para entender la posibilidad de un configuración alternativa de la modernidad, y 4) la primacía de lo político: contrariamente a la hegemonía del pensamiento pospolítico, el pensar críticamente las alternativas al modelo civilizatorio del capital presupone recentrar la dimensión política de la vida social, entendida ésta no como una representación institucional, sino como la capacidad que tienen los comunidades concretas de construirse una forma y una dirección, y actuar en consecuencia.

En el proyecto anterior se consolidaron redes y un equipo de trabajo que es el que propone esta segunda fase. Nuestras preguntas guía no son solo las de la materialidad práctica-simbólica que nos permitiría pensar una modernidad que trascienda a su configuración capitalista ,
sino sobre cuáles son sus formas políticas; es decir, cómo desde esta materialidad física y metafísica que resiste a la homogenización que intenta la fuerza del capital se prefigura una otra política. ¿Cómo se enuncian los contenidos comunes de prácticas muy diversas de resistencia y apropiación del discurso de lo alternativo, de lo común, de lo público o social; en fin, como se redefine el sentido de lo humano, en un contexto de devastación ambiental, social, moral? Y ¿a qué forma de lo político lleva esta afirmación contestataria del tiempo presente? ¿Cómo se habla en términos de una otra política, marcada por la diversidad de las culturas, la democracia radical de género, la posicionalidad anti-productivista? ¿Cuales son las palabras que enuncian y sistematizan el sentido de la “riqueza social” tras la caída (sin fondo) del sueño Americano, de la promesa de la industrialización? Y sobre todo, en contextos altamente complejos de heterogeneidad material, de cultura clientelar, y de distopía social, como es nuestro país, ¿cuales son las alternativas ante la generalización de una vivencia cada vez más presentísta de la vida social y humana?

Proponemos el estudio de las formas de articulación política, para discutir los límites de la “política moderna” y pensar formas concretas de organización para producir y reproducir una forma social “más allá del capital”. Esta ruta nos permitirá profundizar la crítica de todo tipo a la política moderna (sus limites representacionales, el carácter fetichista de la política, la crítica de género, las limitaciones de la democracia moderna). El estudio de las formas políticas, como expresiones de realizaciones culturales concretas, nos lleva a poner atención a prácticas que suelen ser devaluadas o desdeñadas en el estudio de las formas políticas, a saber: la fiesta y el carnaval, el tequio y la reciprocidad; pero también, la dinámica de la multitud, la conformación de comunidades translocales, la interseccionalidad de clase, cultura, nación, género, preferencia sexual. Pensar los “momentos extraordinarios” que vuelven a instituir el orden de lo político como momentos de politicidad del sujeto social en su comprensión del proceso de reproducción, en interacción con lo otro (naturaleza, lo común global, el planeta, el cosmos) es fundamental para avizorar esto que denominamos “nuevo sentido común”; un sentido común que desplace el presente por un mirar atrás para ver mejor el futuro.